“EL
ÚLTIMO LATIDO”
Estoy en el centro de la discusión
como si mi primigenio reino fuese una ficción
es un debate fundado en reproches,
es una extrema carencia de valor.
Se agota cuando pateo la pared con dolor
por la agonías y las agónicas noches.
Sigo desvelado por la hostil incertidumbre,
cada latido creo que es el último,
y si adelanto hacia una respuesta ¡costumbre!
quisiera concebirme helado, durísimo
en un deseo de ajuar claro,
pero el pasillo blanco que espío en
el misterio
me hiela la inocencia,
hay un olor a almizcle y a sahumerio
y la señora de negro que sostiene a la ciencia,
me convoca otra vez a la oscuridad,
me aleja del rechazo al que empero anhelo.
Mientras me lleva dice suave al oído:
-he anidado en el ceno de la justicia,
¡para recuperarte de la vida!-.
Autor: Lucas Zurschmitten.
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