“EL CLAMOR NO ESCUCHADO”
Madre mía, mi dueña, mi
protectora
no lo permitas, no me
mates
soy inocente, soy muy
pequeñito
como un granito de arena
pero
tengo vida.
Es inocente mi madre, la
vejada, sin embargo
es aún más inocente quien
respira adentro.
Madre, acaso no te das
cuenta
¿qué matas a un
Beethoven?
¿qué extingues a un Borges?
¿qué mutilas a un Dalí?
No se lava la injusticia
con otra injusticia,
todos queremos obsequiar una solución
evadiendo nuevas
responsabilidades
con pseudo salidas.
Legalizar el aborto equivale a
legalizar el genocidio de
quienes
no podemos defendernos
puesto que
nuestro clamor nunca será escuchado.
Madre, luego tú, serás la
responsable única
de esto: ¡TÚ CRIMEN!
Madre, ¿te has puesto a
pensar que
es una gran excusa para
obtener
la sonrisa de una
parte? y
¿de que quién te brinda
la llave
te dispensa el cerrojo?
Madre mía, mi dueña, mi
protectora
no lo permitas, no me
mates
soy inocente, soy muy
pequeñito
como un granito de arena
pero
TENGO VIDA.
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